Argentina 20/12/2023

Da la impresión que esta gentuza no está bien de la cabeza.
También que por más que el mascarón de proa sea Macri o Milei (uno más inútil e inadaptado que el otro), luego el saqueo lo organiza Caputo.
Caputo es un trader, un tipo abocado a la gestión del parasitismo financiero. Un chorro. Más o menos legal según se mire. Responde a los intereses económicos de una minoría parasitaria (nacional e internacional) que son tan enemigos del interés popular como es el interés de un tumor maligno respecto de los órganos que lo rodean.
Hablan de ‘orden’ mientras impulsan una hiperinflación que “desordena” toda la economía (la maquinita no ha parado de imprimir pesos, para forrar usureros financieros). Hablan de ‘retraso’ y ‘sinceramiento’ de precios, pero refiriéndose al aumento de precios de los distintos capitalistas, mientras, el precio de la fuerza de trabajo (sueldos, jubilaciones) no para de caer, violentamente.
Eso no es ‘sinceramiento de precios’, es transferencia de riqueza. De la mayoría que menos tiene (el pueblo trabajador que pierde valor de sus ingresos) a la minoría que más tiene (el capital concentrado que gana en cada suba de precios, entre otros mecanismos).
El Estado nos está robando a todos para dársela a los de siempre.
Mientras tanto, son incapaces de hablar de corrido, o de leer en voz alta sin confundir palabras, incluso antónimos.
Como si la ley del régimen no fuera suficientemente injusta y anti-popular, la violan. La infradotada fascistoide ministra de seguridad anuncia (balbuceando) que se arroga la potestad de decidir cuáles manifestaciones pueden realizarse y cuáles no, como si hubieran declarado el estado de sitio, o como si pensaran que pueden improvisar una delirante dictadura oligárquica.
Quizá vieron que había baja desocupación (aunque altísima precarización y pobreza) y por ende margen para recesión y despidos, y por ende margen para incrementar violentamente la tasa de explotación y el parasitismo.
El domingo Milei y su troupe viajaron hasta Bahía Blanca para decirles que se arreglen por su cuenta. Algunos han hecho notar que eso hubiera podido mensajearlo desde La Bombonera, y al menos girar la guita que gastaron en ir en banda hasta allá (sólo para hacer enano-facho-cosplay). Aunque claro, en La Boca lo puteaban de arriba a abajo, y se venía su primer vapuleo social y político en ejercicio, a manos de Riquelme y la hinchada Xeneize.
(Dicho sea de paso, parece que el Servicio Meteorológico Nacional había advertido con mucha anticipación lo que podía pasar, y el gobierno no tomó medidas al respecto. ¿Qué responsabilidades les caben por las muertes evitables?)
Cuanto más rápido salgamos a enfrentarlos menos daño podrán hacer. Macri paró la mano cuando una movilización obrera le plantó cara frente al Congreso.
Si la movilización del 20 es suficientemente masiva puede ser un primer punto de inflexión, precoz y tardío, para torcer la barbarie de estos sociópatas infradotados de turno. No tanto por la movilización en sí, como por el mensaje que enviará a toda la población.
Vamos.

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